El regulador de presión de combustible es capaz de crear grandes consumos en el motor cuando este presenta algún fallo, podríamos observar desde humo negro en exceso saliendo por el escape hasta alcanzar niveles de relación aire-combustible demasiado ricos que imposibiliten el arranque del motor.
Consumo por regulador de presión de combustible en mal estado
La bomba eléctrica de combustible en motores de gasolina puede generar hasta 100 libras de presión en la tubería principal de alimentación, sin embargo la mayoría de sistemas trabajan con presiones de 24-28 libras, 38-42 libras o bien 48-52 libras, dependiendo del motor y sistema de inyección, como las bombas generan más presión se interpone en el sistema un regulador de presión el cual limita dicha presión a su
parámetro de trabajo correcto, para esto el regulador viene provisto con una membrana y un resorte en donde actúa el flujo de combustible que proviene de la bomba, el resorte interno del regulador esta calibrado para que cuando la presión alcance el valor determinado como correcto para el tipo de inyección se desvié cierta parte del flujo de combustible de nuevo al tanque por un orificio estabilizando la presión en el valor correcto. Es claro que esto no aplicara a sistemas de inyección directa gasolina.
Mayor presión en la línea principal de combustible será igual a mayor cantidad de combustible entregándose al motor cuando el inyector se abra, por eso un regulador defectuoso podría provocar que la presión de combustible en riel de inyección supere fácilmente la 75 libras, esto aumentara el consumo de combustible pudiendo observar humo negro en el escape, y de igual manera a la hora de extraer las bujías podríamos notar electrodos completamente negros.
Como vimos anteriormente la presión de combustible varía entre dos parámetros, generalmente con una diferencia entre las 4 libras, esto se da porque a la hora de acelerar se necesita de una mezcla rica, el regulador está provisto de un orificio que se conecta con una manguera a la admisión (por lo menos en la mayoría) , por este orificio se traslada el vacío que se genera en la admisión, este vacío actúa también sobre la membrana ayudando a limitar junto con el resorte la presión existente en la línea principal, al acelerar a fondo el vació en el colector de admisión se reduce y por ende también se reduce el vacío que actúa sobre la membrana del regulador, de esta forma el desvió del flujo de combustible que va de retorno al tanque también se reduce lo cual aumenta en unas cuatro libras la presión y por ende también se aumenta la entrega de combustible al motor.
Una vez que ya se mantiene la aceleración vuelve a incrementarse el vació en el colector de admisión y vuelve de nuevo a actuar este vacío sobre la membrana del regulador disminuyendo la presión en el riel de inyectores.
Entonces, podemos encontrar dos tipos de fallos en los reguladores, ya sea que falle el resorte y la presión aumente en el riel aumentando la entrega de combustible en todos los inyectores o bien que la membrana del regulador se rompa y el combustible pase hacia el colector de admisión por la manguera.
Acá podemos con el motor encendido extraer o desconectar la manguera que se conecta con el colector de admisión y verificar que no exista rastro de combustible, en caso de existir combustible será necesario reemplazar el regulador.
Caso contrario que no exista rastro de combustible será necesario conectar a la línea principal un reloj para medir la presión de combustible, si la presión esta dentro del rango descartamos que el problema sea el regulador, por el contrario si la presión es muy baja deberemos revisar la presión directamente de la bomba, si aun así es baja nos veremos en la obligación de cambiar la bomba de combustible, si por el contrario directamente en la tubería que sale de la bomba la presión es superior deberemos cambiar el regulador de combustible.